¿Por qué acompañar emocionalmente nos sale como algo artificial?
Existe una transmisión intergeneracional de padres a hijos en la que se repiten las mismas acciones, ya que actuamos según lo que está presente en nuestro cerebro. De manera natural y sin ser consciente de ello, nos sale lo que hemos recibido que es lo que está en nuestros patrones, ya que difícilmente nos puede salir de manera natural, lo que no hemos recibido ni aprendido. Por eso mismo castigar, gritar, chantajear, amenazar, etc nos sale de una manera tan común y habitual y en cambio, acompañar emocionalmente y escuchar de una manera activa sin juzgar, es algo que nos cuesta, e incluso cuando empezamos a practicarlo, nos sale de primeras como algo artificial.
Todo lo que recibimos a lo largo de nuestra infancia, queda almacenado en el cerebro y es lo que hará que en el futuro nos comportemos o seamos de una manera u otra, porque a pesar de que el cerebro se resetea, todo queda almacenado.
¿Y por qué nos cuesta tanto aceptar que lo que la otra persona siente es propio de ella?
Todas las emociones displacenteras, es decir, las relacionadas con el malestar, están censuradas por la sociedad, que se encarga de transmitirnos constantemente que complacer a la infancia y atender sus necesidades emocionales y físicas, es malcriar. Un mensaje que recibimos desde el exterior prácticamente desde que nuestros hijos e hijas llegan al mundo.
Dar amor y complacer está mal visto cuando de infancia se trata. Pero en cambio, nos encanta que sean niñas y niños que muestren cariño y sepan empatizar con las demás personas. Incoherente, no?
Acompañar de manera consciente desde el respeto, no es lo natural porque de alguna manera no es lo que hemos recibido, por eso tendemos a negar, minimizar, ignorar, juzgar, lo que no podemos satisfacer o sostener.
Toda conducta está movida por un sentimiento y una emoción y según se sienta un niño/a, así va a actuar y se va a comportar.
Pero difícilmente una persona adulta puede acompañar emocionalmente a un niño/a, si antes no se ha puesto en contacto con sus propias emociones.
A veces sentimos que nuestra maternidad y crianza no está siendo como realmente esperábamos, o queríamos que fuera. Hay cosas que nos cuesta gestionar de manera natural porque no es lo que hemos recibido, por eso tomar conciencia y desaprender para volver a aprender, es un regalo para nuestros hijos e hijas.
Si sientes la necesidad de hacer las cosas de otra manera pero no sabemos como, podemos verlo en una asesoría donde de manera intima y personal en un ambiente relajado, cercano y libre de juicios, profundizaremos en todas aquellas dudas que ahora te surgen.
Texto: Sonia Dabalsa
Crianza consciente y empoderada
Especializada en la prevencion de abusos, acoso escolar y relaciones tóxicas